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lunes, 2 de mayo de 2011

Se quedará también la primavera.

La luna llora porque tú no la miras y se había puesto un vestido de plata para ti.
El viento quiere jugar al amor con tu pelo, pero a ti te molesta en vez de sonreír. En vez de sonreír como yo te recuerdo, en vez de sonreír...
Pero ya no eres la niña que eras, ya no te gusta mirar las estrellas. Y vas corriendo por esas aceras sin importarte si estás guapa o fea.
Abandonaste a los duendes, hijos de tu fantasía, ya sólo quedan ruinas de aquellos sueños de amor.
Ya no queda nada de aquella sonrisa, se fueron las estrellas de tus pupilas, ya no te reconozco.

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