Su corazón en FA sostenido por alambres, su protector factor siete contra la hipocresía de esa gente sin alma que pierde la calma con la cocaína...
Y en la soledad De tenerte cerca o lejos que más me da... Yo quise reír y sin querer me puse a llorar.
Nunca supo ver en una rosa las espinas y para dormir, atracaba la farmacia de la esquina. No sabía de penas porque una pena era en sí su vida y encontró en un paso de cebra a la mujer que fue su ruina.
Un relato genial el que compartes, es perfecto para entender esa cara que tiene el amor, enhorabuena!
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