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miércoles, 5 de junio de 2013

Que me recuerde que puedo alzar el vuelo.

Que todo lo que quiero y más cabe en la frase que me haga sentirme bien. Y que se me llene de fuego hasta el rincón mas apagado de la piel…
Como aguijones clavados en el centro de una herida llevo todas sus despedidas y olvido de la vida los valores.
Como cemento me sirven tus palabras si no tengo columna donde apoyarme que no sean de aire lleno de silencio…


Háblame de la luz que se ve donde estás tú… 
Háblame del color que se ve donde estoy yo… 

Que vayas por tu destino con el viento a favor.

Que nadie bese jamás al asesino.
Que los que gritan nunca lleven razon.
Que sea mas amable este mundo.
Que se quede mudo ese despertador.
Que todas tus noches sean noches buenas.
Que nos queden muchas velas por soplar
Que encuentres un refugio en la tormenta
Que no se hundan las pateras en el mar.


Que ganen los que duermen entre cartones
Que pierdan los que juegan con el poder
Que en tus pensamientos nadie gobierne
Que tus pasos siempre lleguen a fin de mes
Que no se estrellen mas petroleros
Que nadie robe al cielo ese azul
Que agarres fuerte mi mano si viene el miedo a robar todos tus sueños.


lunes, 3 de junio de 2013

Cause this is love and love is easy, it is the easiest thing to do


Quizá mañana, quizá nunca

Y se preparan los martillos, los yunques, los cristales, y se enviste a las persianas mientras tiemblan los ojos y nadie los consuela. Ni las capas desnudas ni los besos cobardes, aunque quizá mañana nos arrullen mi humo engreído, mi ombligo soberbio. Quizá mañana nos anegue en sangre mi corazón ebrio. Quizá mañana, quizá mañana o quizá nunca… Porque nunca es mi minutero, nunca es mi noche ni mi palabra ni mi poema, nunca tu sudor ni tu camino, nunca tu lamento ni tu abandono, nunca ni sino, porque nunca, nunca es mi nombre. Y me veo solo y triste, y me vuelvo a ver tan solo que si alguna vez me viste dirás que estoy perdido, que las palmas que me daban suenan en el vacío.

Anclado en tantas ganas como besos quieras darme.

Y no has tenido males entre manos hasta que yo te los di. Me hablan las escusas que se quedan en la suela del zapato, ya no queda sitio en mi cabeza, todo me recuerda a ti. Y abrí, paso a paso, se me fraguan todas las penas y me las bebo en el vaso. Y a mí, no me hagas caso, si me pierdo entre las yagas que he arropado en el fracaso.


Y abrí los ojitos y estaba con estiércoles en la almohada, la mirada tan mojada que empape, los minutos que pasaba acariciando tu espalda, dándole besos al aire en cada beso que te daba.